El pasado miércoles 2 de junio, en el marco del ciclo Mateadas (virtuales) en Salud organizado por el Instituto de Salud Comunitaria de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), tuvo lugar un encuentro sobre alimentación sustentable y saludable desde los primeros días de vida. La Lic. Silvina Tuñón, profesora de la institución, fue la encargada de presentar y moderar el evento. Por su parte, la Lic. Denisse Reynoso participó como expositora invitada.

El Dr. Ezequiel Consiglia, director del Instituto de Salud Comunitaria, se tomó unos minutos para celebrar la iniciativa y le dio la bienvenida a la especialista invitada. “En 2016, tuvimos un ciclo llamado Mateadas. Fue algo muy grato, porque no tenía la formalidad de otros espacios académicos y había una circulación más espontánea de la palabra —recordó—. Entiendo que esta iniciativa virtual conserva ese mismo espíritu”.

Al inicio del encuentro, Reynoso afirmó que los abordajes de la alimentación atraviesan todas las dimensiones vitales y siempre es conveniente pensarla en comunidad: “Les niñes que se incorporan a la vida nos traen la necesidad de cambiar la lógica de la alimentación. Cuando pensamos la alimentación, lo hacemos en una unidad familiar, en un entramado donde está inserto ese niñe”. Enseguida, señaló que esta problematización exige, necesariamente, pensar nuestra propia infancia y nuestra propia inserción en la sociedad y en la familia. Por otro lado, agregó, la alimentación en los primeros años de vida “implica pensar una salud colectiva futura e, incluso, pensar qué sentimientos, dudas y miedos nos trae”.

En una segunda parte de la conversación, marcada por la intervención de algunas participantes y de la moderadora del encuentro, Reynoso se refirió a que los nuevos paradigmas acerca de la crianza recuperan, en realidad, muchos aspectos que ya habían sido pensados en el pasado. Entre estas tendencias, la especialista rescató la necesidad de acompañar (y no dirigir) a las infancias en la alimentación y respetar su derecho a la palabra también en este aspecto tan medular de vida. Luego alertó acerca de que, la mayoría de las veces, el peso de estas tareas de cuidado recae exclusivamente sobre las mujeres. Tuñón, por su parte, mencionó la importancia de poder elegir qué profesional va a acompañar a las niñas y niños en su crecimiento.

El tramo final del encuentro estuvo dedicado a abordar la sustentabilidad de la alimentación. “Se trata de un concepto más colectivo –afirmó Reynoso–. La idea de lo saludable, en cambio, suele construirse sobre bases individuales más reduccionistas y biologicistas”. Además, observó que un 80% de la publicidad de alimentos está dirigida a las infancias y la mayoría de esos productos no son indispensables para una dieta saludable ni sustentable.

De acuerdo con la especialista, es necesario pensar también en el impacto medioambiental de nuestros consumos. Los envases de tetra brick, por ejemplo, son muy eficaces para la conservación de los alimentos, pero muy difíciles de reciclar. Asimismo, indicó, algunos alimentos que resultan más o menos saludables se exportan de lugares lejanos y su transporte genera contaminación. “La mayoría de la población del país destina la parte más significativa de sus ingresos a la compra de alimentos y, muchas veces, compramos aquellos que no traccionan nuestra propia producción y fuentes de trabajo. Consumir y comer también es un acto político”, concluyó.

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