El último encuentro del año del ciclo Las palabras y las cosas, organizado por el Profesorado Universitario de Letras de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), tuvo como invitado al doctor en Letras Enrique Foffani. El ciclo coordinado por los docentes Carlos Battilana y Martín Sozzi se realizó el pasado 25 de noviembre y giró en torno a la poesía de César Vallejo, en particular, y a la poesía latinoamericana, en general.

Claudia Torre, directora del Profesorado, le agradeció a Foffani por su publicación y dio la bienvenida a quienes seguían la transmisión en vivo del encuentro que se realizó de manera virtual. “Este es un ciclo que nació prácticamente con la universidad y se realiza todos los segundos cuatrimestres. Este año nos dedicamos a la literatura latinoamericana, bajo la noción de sensibilidad americana, de César Vallejo”, agregó Battillana.

Enseguida, Sozzi se encargó de la presentación formal del invitado, que es docente de literatura latinoamericana de los siglos XX y XXI (UNLP y UBA) y se especializa en poesía latinoamericana. Entre los libros se Foffani, se encuentran La protesta de los cisnes. Sobre Cantos de vida y esperanza de Rubén Darío (2007), Controversias de lo moderno. La secularización en la historia cultural latinoamericana (2010), Grabar lo que se desvanece. Ensayos sobre literatura hispanoamericana (2010) y Vallejo y el dinero. Formas de la subjetividad en la poesía(2018). También es director de Katatay, Revista de crítica de literatura latinoamericana.

En un primer momento de la charla, Foffani se detuvo a reflexionar sobre la tradición poética latinoamericana.“Habría dos vertientes –señaló–: la culta, en la que solemos inscribir a Vallejo y a Rubén Darío; y la popular, que fue menos trabajada”. Y agregó: “Las culturas amerindias también tenían una impronta poética muy fuerte. En este último tiempo, estoy viendo cómo esto último también está presente en poetas como Vallejo y Darío”.

El especialista luego de refirió a la ilegibilidad y el hermetismo que se le suele atribuir a la obra del poeta peruano: “Estoy avizorando que esas sonoridades de lenguas que no eran el español están en ebullición en la lengua que se usa. El quechua, en el caso de Vallejo. Esa naturaleza onomatopéyica de esta última lengua; esa composición acumulativa la empecé a ver en el español de Trilce. No impugno los conceptos de ilegibilidad y hermetismo; solo digo que habría un resto de las que esas nociones no nos dan cuenta”.

A continuación, se refirió al lugar de Darío en la vanguardia poética latinoamericana: “Indiscutiblemente el padre de la poesía moderna latinoamericana. Sobre todo porque era alguien que estaba pensando la poesía de manera constante y la desconectó de lo más árido, estéril e improductivo. En el fondo, de algún modo, Darío está en el comienzo de todos esos poetas que hoy ponemos bajo la égida de la vanguardia. El modernismo es como una especie de primer gran movimiento continental latinoamericano religador”.

Foffani se refirió a su libro Vallejo y el dinero. “Se me empezó a abrir esta visión con las dificultades económicas de los poetas y ciertas lecturas filosóficas y críticas”, comentó. “Todos los poetas tienen relación con el dinero conforme avanza el capitalismo. No están fuera de esas lógicas”, añadió. En cuanto a Vallejo, analizó que las cartas en las que pedía dinero a sus amigos eran una forma de mendigar: “Escribir una carta con pedido de ayuda, aunque sea una prosa excelente como la de Vallejo, es una estrategia que nos recuerda las artimañas que tenían los pícaros”, comparó. También se refirió al análisis que hizo el poeta Hans Magnus Enzensberger sobre –salvo contadas excepciones– la imposibilidad de ganarse la vida solo a través de la poesía.

Por último, el invitado mencionó las crónicas que escribió Vallejo. Si, por un lado, la práctica del periodismo le permitió ganarse el sustento; por el otro, “fueron utilizadas para reflexionar sobre cuestiones – la literatura, la poesía, el arte– que no tenían lugar en otro tipo de géneros.

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