El pasado viernes 19 de mayo, se desarrolló en la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR) el IV Encuentro de Bibliotecarias/os Escolares de Hurlingham. Se contó con la presencia destacada de Elsa Pavón, cofundadora de Abuelas de Plaza de Mayo y vicepresidenta de la Asociación Anahí.  

Los 40 años ininterrumpidos de democracia en la Argentina fueron el eje estructurador del evento, del que participaron bibliotecarios/as de las escuelas primarias y secundarias de gestión estatal de Hurlingham. Las mismas actividades se desarrollaron en dos turnos (mañana y tarde) en una de las nuevas aulas del edificio Origone.

Luego de que Andrés Brolio, referente de las/os bibliotecarios de la región VII, y Luis Vascovo, coordinador de formación de usuarios, recibieran a las y los participantes en la Biblioteca de la UNAHUR, el grupo completo se trasladó al aula 303. Allí esperaban Elsa Pavón; Claudia Salomone, profesora y etnomusicóloga, y Paola Da Vico, coordinadora del Plan Provincial de Lectura.

Brolio presentó al Grupo de Teatro leído Iyú, a cargo del Equipo de Bibliotecarias Jubiladas de Hurlingham. “Somos un grupo de docentes jubiladas que decidimos seguir trabajando para las escuelas con obras para teatro leído. Algunas piezas son de autores y autoras conocidas y otras, de nuestra compañeras Mónica Peralta”, introdujo una de ellas. El objetivo de este grupo –añadió– “es fomentar la lectura a través de una propuesta divertida”. Enseguida interpretaron la obra ¡Qué eficacia: 40 años de democracia!:Dos hadas madrinas, Caperucita, la Madrastra de Cenicienta, el Lobo y Blancanieves aprendían a resolver mediante el voto democrático los desafíos que les presentaba la organización de un festival para recaudar fondos para una biblioteca.

Luego de la obra, Broilo presentó a Pavón y le agradeció especialmente su presencia. Salomone, por su parte, introdujo: “Elsa representa la llegada de la democracia. Paula, su nieta, fue la primera recuperada en democracia. Fue compañera incansable de lucha de Chicha Mariani”. Además, pidió “que las bibliotecas no sean silenciosas; que esté presente la oralidad; que no se callen las lenguas ancestrales”. Antes de que la abuela de la plaza de Mayo tomara la palabra, Da Vico destacó la presencia de una figura tan importante en la lucha por los derechos humanos. “Hay mucho que transmitir. También hay que saber escuchar con oreja atenta y respetuosa”, dijo.

Pavón se refirió a la centralidad de Chicha Mariani en la búsqueda de los nietos y nietas apropiados durante la última dictadura cívico-militar: “Es necesario que su lucha sea reconocida. Fue una persona obcecadamente firme. Yo sigo su camino en la Asociación Anahí”. Esta Asociación es un sitio de la memoria en la casa Mariani-Teruggi, ubicada en La Plata. El inmueble se conserva tal como fue destruido por tres fuerzas conjuntas el 24 de noviembre de 1976. Ese día asesinaron a Diana Teruggi y secuestraron a Clara Anahí Teruggi Mariani, de apenas tres meses de edad. “Abuelas para mí nace en esa casa, ese 24 de noviembre, con la búsqueda de Clara Anahí –consideró Pavón–“. La primera reunión de Abuelas, antes de que llevara ese nombre, se desarrollaría el 21 de noviembre de 1977.

En un segundo momento de la charla, Pavón se refirió al día en que recuperó a su nieta (secuestrada cuando tenía 23 meses de edad) y al arduo camino que debió recorrer para acercarla nuevamente a las raíces de la que había sido arrancada. “Paula estaba muy enojada porque decía que yo no era nadie, que era una loca que quería romper a su familia. Tenía 8 años. Su discurso no era de una niña de esa edad. Le expliqué. Llevé fotos de su papá y su mamá. Ella las tiró despectivamente sobre el escritorio”, relató. Recién la tercera vez que le contó que a su padre Ernesto Claudio Logares lo llamaba Calio, “repitió el nombre con su vocecita de dos años, lloró y se quedó dormida”, recordó.

En el último tramo de su exposición, Pavón se enfocó en la lucha por la recuperación de los nietos/as. “Para mí, la democracia empezó el 13 de diciembre de 1983, cuando pudo denunciar que sabía dónde estaba Paula. En esos momentos, no existían los exámenes inmunogenéticos y fue una gran lucha demostrar que era mi nieta”, afirmó. Paula fue la primera nieta recuperada en democracia y esa experiencia, contó Pavón, “nos enseñó cómo acompañar a los nuevos nietos que recuperamos”. Antes de abrir el espacio para las preguntas de quienes presenciaban la charla, dijo: “A 45 años de la desaparición de mi hija [Mónica Sofía Grinspon], aún queremos una respuesta. Que se hagan cargo de las 30.000 personas desparecidas”. Aunque haya repetido durante casi medio siglo su pedido de justicia, el dolor le quiebra la voz a Pavón, que agradece que la hayan escuchado.

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