Alrededor de 600 estudiantes comenzaron su experiencia en la Escuela Universitaria de Inglés de la Universidad Nacional de Hurlingham (EUdI). Las y los inscriptos cursan de martes a viernes en las tres sedes de la escuela: Villa Tesei (en aulas de la UNAHUR), William Morris (Escuela Nº 18) y Hurlingham (Escuela Nº 4).

La EUdI está pensada para chicos y chicas de entre 11 y 15 años que van a escuelas públicas o privadas de Hurlingham o tienen domicilio allí. Es una propuesta de 14 niveles cuatrimestrales, desde el inicial hasta el avanzado. El objetivo es que se alcance un dominio de la lengua inglesa para el desarrollo de las cuatro habilidades: hablar, leer, escribir y escuchar. La oferta formativa es absolutamente gratuita y se otorgan certificados de aprobación.

En las tres sedes, funcionan 22 comisiones: 14 en Villa Tesei, cuatro en William Morris y cuatro en Hurlingham. Del total de las comisiones, 19 son de nivel inicial I, dos de nivel inicial II y una de nivel inicial III. Cada sede cuenta con un coordinador/a responsable y con un pasante del Profesorado Universitario de Inglés que realiza tareas de preceptoría, reemplaza docentes ausentes y colabora con la preparación de materiales didácticos y de actividades pedagógicas. Claudia Russo es la coordinadora de la sede de Villa Tesei; Ariel Ogian, el de la de Hurlingham; y Alejandra Sánchez, la deWilliam Morris. Por su parte, Marcela Moguilevsky está a cargo de la supervisión de las prácticas docentes.

La gran mayoría de las y los docentes son flamantes egresados de nuestro Profesorado y estudiantes que están a punto de egresar”, cuenta Andrea Scagnetti, directora del Profesorado Universitario de Inglés. Y agrega: “Jaime Perczyk decía que, para empezar con la escuela, necesitábamos docentes que egresaran de nuestro profesorado. Apenas los tuvimos, se inició la experiencia”.

Claudia Russo, coordinadora de la sede de Villa Tesei, destaca el carácter heterogéneo del estudiantado que concurre a la EUdI. “Hay estudiantes de escuelas privadas, pero la mayoría proviene de instituciones públicas –señala–. Vinieron con muchas expectativas y a las familias se las ve muy contentas y con mucho entusiasmo”. Ariel Ogian, coordinador de la sede de Hurlingham, relata que siguen llegando solicitudes de nuevas inscripciones: “Creo que hay mucho boca a boca en las escuelas. También resulta atractiva la forma en que se dan las clases y se preparan las actividades”. En el segundo cuatrimestre, se abrirá una nueva instancia de inscripción.

A las 18.30 hs, el playón de la UNAHUR desborda de niños, niñas y adolescentes. Allí, un montón de madres (en su gran mayoría) acompañan a los y las estudiantes. “Mi hija tiene 14 años y nunca había estudiado inglés por fuera de la escuela. Ella me preguntó si la dejaba ir a la EUdI y le dije que sí. Le gusta, está entusiasmada. Es importante que es algo gratuito”, señala Sandra Cabrera. Paola también llevó a la EUdI a su hijo de 12 años: “Iba a clases de inglés particular cuando era más chico, pero dejamos de llevarlo porque la cuota iba aumentando muy seguido. Vuelve contento, así que estoy feliz. Además, cursa con amiguitos de su escuela”.

Marina Sarubi y Gisella Ferreryra son compañeras de la carrera de Enfermería de la UNAHUR y madres, respectivamente, de Gianna y de Valentina, ambas niñas de 11 años. “Las anotamos y les encantó –resalta Sarubi–. Está muy buena la didáctica que usan. Gianna tomaba clases particulares de inglés, pero las cambié por las clases de la universidad”. Valentina, la hija de Ferreyra, no estudiaba Inglés por fuera de la escuela.

Carlos López es papá de una y un adolescente de 14 años que cursan en la sede de Hurlingham de la EUdI. Por su trabajo de técnico, conocía a la UNAHUR y se enteró de primera mano de la existencia de la escuela. “Me llegó el flyer y lo difundí entre las familias de la Escuela Técnica del Perú –cuenta–. Por eso, gran parte de los estudiantes de esa sede vienen de allí”. Y añade: “Lo que más les gusta a mis hijos es que se integran con chicos de otras escuelas. También les cambió la perspectiva sobre los estudios universitarios, y los ven cada vez más cercanos”.

“El primer día, cuando la multitud llegaba por el playón de la Universidad, me acerqué a una nena y le pregunté cómo le había ido. Me dijo que, por primera vez, había entendido”, se entusiasma Scagnetti. Y concluye: “Es un círculo absolutamente virtuoso, porque introducimos a las y los estudiantes en el ámbito universitario”.

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