El viernes 28 de octubre, en el Edificio Malvinas Argentinas de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), desde la Licenciatura en Gestión Ambiental del Instituto de Biotecnología se organizó una charla sobre el impacto y el manejo de especies exóticas invasoras.

La docente de la UNAHUR Melina Álvarez, a cargo de la materia Ecología y Química Ambiental, fue la encargada de recibir al público presente y de presentar a las expositoras, Mariel Borgnia y Agustina Darget. Ambas especialistas forman parte del grupo Ecología de Mamíferos Introducidos del Departamento de Ciencias Básicas de la Universidad Nacional de Luján.

Borgnia comenzó resaltando que uno de los desafíos del siglo XXI es “detener la pérdida de biodiversidad a escala global, regional y local”. Enseguida, subrayó: “la salud humana y ambiental son una continuidad”.

La introducción de especies exóticas invasoras (EEI), continuó la investigadora, “se incrementó un 70% desde 1970 hasta nuestros días”. El problema: las EEI suelen afectar la biodiversidad. Luego, explicó que la invasión biológica “es un fenómeno ocasionado por animales, plantas y otros organismos, transportados e introducidos por seres humanos en lugares que están por fuera de su área de distribución natural y que han conseguido establecerse y dispersarse”.

Las consecuencias negativas de la introducción de EEI son numerosas y es necesario que la población las conozca. Entre las más salientes, se encuentran la hibridación con especies nativas y la extinción de especies locales; las alteraciones de ecosistemas, la competencia o depredación de especies nativas, los problemas económicos y sanitarios, y el impacto cultural. “Después de un tiempo –afirmó Borgnia– se reemplaza el patrimonio natural nativo, que empieza a ser desconocido por las nuevas generaciones”.

Por último, se concentró en una EEI que ya está afectando al municipio de Hurlingham: la ardilla de vientre rojo. “En la década del setenta, se importaron a Lujan. Se trata de una especie del sudeste asiático”, dijo Borgnia. Estas ardillas dañan árboles, comen producciones frutales y dispersan plantas exóticas. Además, pueden roer cables, mangueras y otros materiales.   

Darget, quien expuso en segundo término, se refirió al manejo de EEI y mencionó el marco regulatorio. “Es importante considerar las fases de una invasión. De eso dependerán los diferentes tipos de acciones que pueden llevarse adelante”, señaló. Por otra parte, destacó que mientras más avanzada esté la invasión, más difícil y más costoso resulta mitigar daños.

“A veces, la valoración y percepción social de algunos animales dificultan su manejo –prosiguió–, pero es importante un buen trabajo de comunicación para que se aprecien todas las variables que están en juego ante una EEI”. Con respecto a la prevención de invasiones, se refirió al lugar central que tienen la difusión, la normativa y los análisis de riesgo. Finalmente, se detuvo a explicar los distintos tipos de control a los que es posible recurrir.

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